Globalcaja colabora con los Bancos de Alimentos de Albacete, Ciudad Real y Cuenca donando recursos para la adquisición de 10 toneladas de artículos de primera necesidad

Evitar el desperdicio de alimentos y hacer llegar estos recursos a quienes más lo necesitan. Es la cuadratura del círculo que hace posible el Banco de Alimentos, con el trabajo altruista de centenares de personas voluntarias; la generosidad de quienes donan comida y el respaldo de entidades como la nuestra.

En los próximos días, el presidente de nuestra entidad, Carlos de la Sierra, visitará las instalaciones del Banco de Alimentos en Albacete, Ciudad Real y Cuenca, para hacer visible el apoyo que Globalcaja viene prestando a esta entidad sin ánimo de lucro y formalizar la donación que realizaremos para este ejercicio 2023, que se traducirá en la compra de cerca de 10.000 toneladas de alimentos y productos de primera necesidad. 

Globalcaja ha tenido siempre muy presente a esta organización, pues su acción se extiende a casi de 30.000 personas en Castilla-La Mancha, miles de personas carentes de recursos básicos. 

Además de la ayuda económica directa que realiza la entidad, han sido varias las acciones que hemos impulsado para colaborar en la recaudación de fondos, como la celebración de espectáculos familiares solidarios esta Navidad. 

La inflación castiga a todas las economías y, por supuesto, también a los Bancos de Alimentos que sin haber superado la caída de recolectas y el aumento de demanda que trajo consigo el Covid, se enfrentan ahora a esta nueva realidad económica, que trae consigo el crecimiento de las familias que tienen problemas para alimentarse y la carestía de los alimentos que les afecta igual que a cualquier economía familiar. "La leche que antes comprábamos a 0,62 euros el litro, la estamos pagando ya a 0,83 céntimos", relatan desde el Banco de Alimentos, a modo de ejemplo. 

Globalcaja, decidida a retornar a la sociedad lo que obtiene de ella, siempre ha estado ahí, arrimando el hombro, de manera incondicional, sobre todo en los momentos más adversos.

Un apopo que resulta imprescindible
Los Bancos de Alimentos son entidades sin ánimo de lucro, que se nutren de donaciones. Cadenas de supermercados, industrias alimentarias, empresas y mercados, evitan el desperdicio alimentario haciéndoles llegar productos en perfectas condiciones; también reciben alimentos que les llegan del Fondo Europeo de Ayuda a Desfavorecidos (FEAD). Otra vía para llenar su despensa, son las donaciones de particulares que participan en las colectas, sobre todo la Gran Recogida de noviembre. 

No obstante, recibir donaciones económicas es fundamental para el Banco de Alimentos, pues artículos, como el aceite y la leche, no reciben en cantidad suficiente a través de donaciones; y, además, adquieren alimentos, como son fiambres o carne, para que las familias que los reciben puedan tener una dieta lo más equilibrada posible. 

Una red de voluntarios se encarga de recoger los alimentos donados y proceder a su clasificación y correcto almacenaje. El siguiente paso es la entrega de estos alimentos que realizan, mayoritariamente, a través de entidades benéficas y sociales.