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Lun, 25/03/2024
Lleva 17 años al frente de la oficina de Globalcaja en Pozuelo de Calatrava y además, preside la mayor cofradía de Castilla-La Mancha con cerca de 5.000 integrantes. Ahí es nada.
Queríamos aprovechar estas fechas de Semana Santa para hablarte de nuestro compañero Vicente Astillero, vinculado a la entidad desde hace 20 años, y al que hoy nos acercamos desde otra faceta distinta a la laboral.
Desde hace siete años, Vicente está al frente de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de Daimiel, su pueblo natal. Cofradía conocida popularmente como los Moraos, está integrada actualmente por 4.760 cofrades, un número nada desdeñable, si tenemos en cuenta que la población daimileña ronda los 18.000 habitantes.
“En Daimiel somos muy ‘semanasanteros’, es nuestra Semana Grande, unos días en los que la localidad llega a rondar los 45.000 habitantes”, relata Vicente Astillero, que invita a quien no conozca esta celebración a visitar la localidad durante estos días.
“Descubrirá una Semana Santa que es muy propia, con sus particulares señas de identidad, una Semana Santa muy castellana, pero a la vez muy musical, y con una gran riqueza artística, con auténticas obras de arte de grandes imagineros”, describe.
La tradición de volver a Daimiel
Daimiel sufrió mucho la emigración en los años 40 y 50. “Nuestros vecinos se fueron a muchas ciudades, a Barcelona; a Vilasar de Mar, donde todo el mundo tiene doble apellido, porque proceden de Daimiel, o a Madrid, fíjate que hasta tenemos una réplica de nuestra patrona en la catedral de la Almudena. Pero cada Semana Santa, esas familias que emigraron regresan a Daimiel a disfrutar de nuestra semana grande, la Semana Santa”, relata nuestro compañero, quien tratar así de explicar el porqué de este alto número de cofrades, “es una tradición que ha pasado de padres a hijos”.
Vicente Astillero también heredó esta tradición de su familia. El día que lo bautizaron, pues antes no es posible, pasó a formar parte de los Moraos, cofradía a la que su familia paterna ya estaba vinculada.
Ha sido un cofrade más hasta que hace ya unos años ocupó el cargo de tesorero, “quizás por eso de trabajar en la Caja”, acepta bromeando. Ya para entonces, nuestro protagonista estaba al frente de la oficina de Globalcaja en la población vecina de Pozuelo de Calatrava, sucursal donde ha cumplido prácticamente toda su trayectoria laboral en nuestra entidad.
Empezó haciendo prácticas como analista de riesgos, una vez que terminó sus estudios de Administración y Dirección de Empresas; para después quedarse en la oficina de Bolaños de Calatrava, en 2005, y más tarde asumir la dirección de la sucursal de Bolaños de Calatrava, que dirige desde hace 17 años.
“Es una oficina con la actividad propia de una zona rural, si bien estamos en un municipio con cierta población, en torno a 3.300 habitantes y está calificada como ‘Líder’”, nos cuenta Vicente, que dirige un equipo formado por Mercedes Rodríguez y Francisco Jesús Sánchez, al que recientemente se ha incorporado en prácticas Miriam, joven de Bolaños de Calatrava.
La procesión de Viernes Santo
Robando horas al sueño, sobre todo en el mes previo a la Semana Santa, Vicente asume la responsabilidad de presidir los Moraos de Daimiel.
Una cofradía que no solo destaca por el número de cofrades que la integran, fruto de la gran vocación que existe en la localidad por Jesús Nazareno, sino porque “es la única de España que sale en procesión con ocho pasos a la vez”, nos cuenta Vicente Astillero. Eso ocurre en la procesión del Viernes Santo, quizás el momento cumbre cada año para esta cofradía.
Poner en la calle esta procesión supone un notable esfuerzo de coordinación, no en vano son 3.000 nazarenos los que participan. Un equipo de 40 personas, con Vicente Astillero al frente, hacen posible que siga su curso esperado.
La procesión arranca con el primer rayo de luz del día, instante en el que sale a la calle la figura de Nuestro Padre Jesús. Son varios los momentos importantes que se suceden a lo largo de esta procesión, como son los encuentros de Jesús con la Dolorosa y con la Verónica.
“Nuestra Semana Santa se caracteriza por su respeto a la cronología del relato bíblico, en Daimiel se respeta la Pasión de Cristo siendo fieles incluso hasta en las horas, y esa es su gran singularidad”, relata Vicente Astillero, que destaca otro de los rasgos de esta celebración en Daimiel, la música, que está presente con varias composiciones propias, como es el ‘Niño Perdido’, una marcha que suena en momentos claves de la procesión de Viernes Santo.
Más de 400 años de historia
Después de siete años al frente de los Moraos, está será la penúltima Semana Santa como presidente de la cofradía, pues en un año agotará su mandato y volverá a ser un cofrade más, como manda la tradición en esta hermandad que tiene una notable historia, no en vano el año pasado celebró su 425º aniversario.
Esta larga trayectoria queda patente en su gran patrimonio artístico, de hecho, no solo se encargan del cuidado y mantenimiento de la iglesia donde custodian cuatro de sus pasos, sino que los Moraos tienen su propia Casa Museo donde conservan el resto de las representaciones bíblicas con las que salen en procesión y la gran riqueza de piezas, especialmente en bordados, que atesora esta cofradía. Su esfuerzo en este aspecto incluso ha sido reconocido por la Universidad de Castilla-La Mancha como ejemplo de conservación del patrimonio.
Ya sea en Semana Santa, o fuera de ella, visitando esta Casa Museo, Vicente Astillero nos conmina a visitar Daimiel, su pueblo natal y al que se siente fuertemente arraigado.
¡Vayan desde aquí nuestros mejores deseos y que la tan esperada lluvia ofrezca la tregua suficiente para que pueda llevarse a cabo esta celebración!
Lun, 25/03/2024
Bien Vicente! Un abrazo