"La vida es como montar en bicicleta. Para mantener el equilibrio hay que seguir peleando"

Así lleva más de 16 años nuestro compañero Ignacio; pedaleando desde que un día se lesionó jugando al Basket y consideró que su etapa en ese deporte había terminado. La bicicleta se convirtió entonces en una fiel compañera de vida, ya sea para mantener el equilibrio o para perderlo, como puede pasar en algunas ocasiones. Hace unos meses Ignacio lo perdió, en una bajada de una ruta que había hecho más de 50 o 60 veces, y reconoce que gracias al casco que llevaba está hoy aquí.

Fue el pasado mes de diciembre en una de tantas salidas en grupo. “En una curva me metí con la bici en un matorral y salimos volando, la bici y yo. Le he cogido miedo porque me di un golpe importante en la cabeza y durante un momento no sentía una parte de mi cuerpo”. Por suerte, todo quedó en un susto y, aunque a día de hoy Ignacio conserva ese respeto por la bici, no duda en seguir saliendo y, poco a poco, recuperar la confianza. 
 

Ignacio es director de la oficina 2016 en Alcázar de San Juan. Lleva nada menos que 32 años en Globalcaja y ha pasado por diferentes áreas; desde oficina o dirección de zona hasta el departamento de Personas. En Alcázar es donde ha estado la mayor parte de su vida profesional y donde despertó su interés por la bicicleta. Cuando empezó a pedalear no podía imaginarse que unos años más tarde, sería uno de los organizadores de la Titán de la Mancha, una de las carreras más importantes y con más afluencia del país. 

¿Cómo nace la Titán de la Mancha?
La Titán empezó en 2009, cuando un grupo de amigos hicieron una quedada en la plaza de Alcázar e iniciaron una ruta de 200 kilómetros. La idea era hacerla de forma nocturna, por lo que salieron a las doce de la noche con la idea de terminar al día siguiente. El plan salió bien y al año siguiente decidieron repetirla; esta vez fueron 30 las personas que se apuntaron al reto. Justo en ese momento se inauguró una tienda de bicicletas bastante grande y potente en la localidad y el dueño decidió constituir un club ciclista. Este fue el detonante que llevó a organizar la Titán de manera oficial, con inscripciones autorizadas, permisos y apoyos por parte del Ayuntamiento, la Diputación y la Junta de Comunidades, al igual que un sinfín de empresas de la localidad y alrededores. Hoy en día, el CD Alcázar Bike cuenta con 40 socios, entre los que se encuentra nuestro compañero Ignacio, y son los encargados de organizar esta carrera.

La Titán ha ido ‘in crescendo’ cada año. “El primer año oficial corrieron 200 participantes, al siguiente 500, el posterior 900, luego más de 1.000 y, durante los últimos años, tuvimos que poner un límite de 2.000 personas. Viene gente de toda España e incluso algunos extranjeros, americanos e ingleses”, asegura Ignacio. Actualmente, unos meses antes del evento ya están completos todos los alojamientos, y no solo del pueblo, sino de 80 kilómetros a la redonda. Por eso, la Titán es también importante para la localidad, porque supone una notable inyección económica para la zona. 

Una carrera para gente muy preparada
Esta carrera se compone de dos pruebas, una de 100 km y otra de 200 km. Para ambas opciones debes estar muy preparado físicamente; “salir en bici habitualmente y, para poder terminar la de 100, durante los dos o tres meses previos debes hacer series y entrenamientos específicos”, nos cuenta Ignacio. La de 200, directamente, es para gente muy preparada. “Muchas personas se quedan por el camino, pero disponemos de los medios necesarios para poder evacuar a quienes no pueden terminarla, furgonetas, un autobús, motos etc....”.

La organización de esta carrera implica muchísimo trabajo. Se necesitan vehículos de apoyo y alrededor de 20 furgonetas para poder acceder a todos los caminos. Además, mueven aproximadamente a 200 voluntarios sin los que no sería posible llevar el evento a cabo. “Tenemos que empezar a organizarla a principios de año, pero al final te gusta y te implicas”. 

La Titán siempre se celebra durante un fin de semana de septiembre y la salida se realiza en la mañana del sábado. La prueba de 200 km se inicia a las 6.30 horas de la mañana, ya que mientras que el más rápido puede hacerla en unas siete u ocho horas, algunos ciclistas pueden tardar hasta catorce horas. Ignacio reconoce que “es una ruta muy dura y larga y que durante el 80% de la carrera estás en montaña”. Dentro de las muchas categorías que hay (sub 23, máster en todas sus edades, masculino, femenino, parejas, equipos…), nuestro compañero ha participado en tres ocasiones en la categoría de parejas mixtas, quedando tercero un año y segundo otro. “Participo con una amiga que es una fiera; hacemos buen tándem”.

Una de las cosas que más disfruta Ignacio es compartir esta afición con su hijo pequeño. Empezó a montar en bici tras ver a su padre, se aficionó y empezó a competir. Ahora es campeón de Castilla-La Mancha de mountain bike, en las categorías de XC y maratón. “Ya no puedo salir con él, porque me deja atrás”, reconoce entre risas nuestro compañero, orgulloso de todo lo que ha conseguido su hijo. “Este deporte crea vínculos muy fuertes y te regala amistades y momentos inolvidables. Esto, junto a la salud, es lo mejor que me ha dado el ciclismo; me siento mejor ahora que tengo 56 años, que cuando tenía 40”. 

Aunque este año no pudo disfrutar de la Titán de la Mancha, aplazada hasta 2022 por seguridad debido a la situación sanitaria, estamos seguros de que el próximo año veremos a Ignacio disfrutar de ella con más ganas que nunca. Si después de leer esto, a ti también te han entrado ganas de participar, habla con nuestro compañero y ¡a pedalear!