Visitamos una oficina que tiene casi el doble de clientes que habitantes censados

Poco más de 80 kilómetros cuadrados, 300 habitantes y ¡una oficina de Globalcaja! Estamos en Cabezarados, un pequeño municipio de Ciudad Real, en el extremo suroccidental del Campo de Calatrava, donde nuestro compromiso se hace más plausible y fuerte si cabe. Porque si esto no es compromiso, ¿qué lo es sino?

La 2062 es una oficina unipersonal, que se encuentra en mitad de la calle Real, dirigida por nuestro compañero José Luis Sánchez. José Luis siguió los pasos de su padre, a quien reemplazó como director de la oficina cuando este se jubiló, y lleva ya 23 años en la entidad. Con su trabajo da servicio a unos 600 clientes, ¡casi el doble que personas censadas en el municipio!

Globalcaja es la única entidad financiera en el pueblo, evitando así la exclusión financiera de sus vecinos y facilitando el desarrollo económico de la zona. De hecho, en 2019, esta oficina fue reconocida como Oficina Oro dentro del Plan Platino de Seguros RGA, consiguiendo el segundo puesto de su categoría a nivel nacional.

José Luis conoce tan bien a sus clientes, que de muchos de ellos se sabe hasta el DNI. Y no es para menos. Él solo se encarga de realizar las PAC de todo el pueblo, tramitar seguros, cheques, pagos y realizar todo tipo de gestiones diarias que implica estar al frente de una oficina de estas características. Un trabajo que requiere, además de conocimientos técnicos, mucha empatía y cercanía. José Luis siente la responsabilidad de ofrecer a sus vecinos, para quienes es parte de su familia, el mejor servicio posible. En muchos casos, pues es una de las operaciones más demandadas, no es otro que atender la retirada de efectivo, pero si no estuviéramos nosotros, ¿quién lo haría? Y es a esto precisamente a lo que nos referimos cuando hablamos de compromiso y de nuestra forma de evitar la despoblación de las zonas rurales.

Quien ha estado y está trabajando en oficinas de poblaciones pequeñas sabe lo que supone ser "el del banco". Ganarte la confianza de los vecinos hace que te inviten a bodas, bautizos, comuniones, que no puedas faltar a un entierro, que leas las cartas que te llevan porque no las entienden, que hagas de consejero, redactes escritos... ¡una labor social que va mucho más allá de una jornada laboral! "Lo importante es que la gente lo agradece y a mí me hace sentirme bien", asegura José Luis, quien comparte y siente como propios los valores de la entidad.