"Salir al monte te oxigena la mente y si además te tropiezas con una seta, pues mejor que mejor"

¿Qué te ha parecido?

Deja tu opinión

Puntuar:

Vie, 25/11/2022

La micología es una afición al alza. Mario Rubianes Martínez es una de esas personas que encuentra en esta sana adicción por los hongos una auténtica válvula de escape para los quehaceres diarios, “nuestro trabajo, en ocasiones, puede resultar muy estresante, y solo por el hecho de salir al campo, ya tu mente se oxigena y eso te ayuda a enfocar mejor los temas del día, pero si además te tropiezas con alguna seta, pues mejor que mejor”, nos cuenta. 

Tiene la fortuna de haber nacido en una de las tierras más frecuentadas por los aficionados a la micología, Cuenca. “Aquí caminas quince minutos y ya estás en el monte, es un auténtico privilegio, una maravilla”, comenta afortunado este conquense que forma parte de la familia de Globalcaja desde hace más de dos décadas. Desde su actual destino, en la Oficina Urbana 7 de Cuenca, y tras haber recorrido la provincia, dirigiendo distintas oficinas, nos desvela los placeres que encuentra en esta afición suya. 

 

Mario Rubianes muestra algunos de sus hallazgos micológicos.

 

“¿Qué cómo empecé?, pues como todo el mundo aquí en Cuenca, desde niño, acompañando a tus padres al campo, hacíamos salidas en familia y así vas aprendiendo a buscar y a identificar las que son comestibles y aquellas otras que pueden ser venenosas”, relata Mario, que se confiesa un amante de la naturaleza, “no solo me gusta la micología, también hacer senderismo, ir de acampada…”. 

En la micología encuentra algo especial. No siempre sale al monte con el afán de llevarse las setas a casa, “a veces salgo hasta sin cesta, ni navaja, solo para pasear, descubrirlas y dejarlas en el campo”, explica Mario Rubianes, que recela de quienes no guardan las normas básicas de cualquier buen aficionado a la recolección de hongos. 

Setas recolectadas por Mario Rubianes.
 

 

El buscador de setas responsable es aquel que no rastrilla la tierra dañando el micelio que impide que salgan los hongos la siguiente temporada; el que usa utensilios para llevar las setas que favorecen su conservación y la distribución de las esporas, como son las setas de mimbre, jamás bolsas de plástico; quien no coge grandes cantidades de setas, sino tan solo aquellas que puede consumir y siempre que las conozca, respetando aquellas especies desconocidas, que jamás destruye, sino que deja en el monte aunque las identifique como venenosas, porque todos los hongos juegan su papel en la naturaleza. 

La micología, afición que se cultiva desde la infancia

 

El universo micológico es amplísimo y la variedad de hongos que existe es de lo más sorprendente. A Mario le gusta recolectar desde los populares níscalos, hasta otras especies más codiciadas, como el Boletus Edulis, un tipo de seta que aflora por encima de los 1.500 metros de altitud; pasando por las sabrosas Setas de Cardo o la conocida como Seta de Lengua de Vaca.

Lo que tiene claro es que jamás cogería y probaría una seta que no conociese o dudase acerca de que fuese una variedad comestible, “una seta tóxica te licua el hígado en un instante, no hay que ser atrevido, y hay que recordar que todos los años muere gente por esta imprudencia”. 

El cambio climático, opina Mario, se deja notar y estos últimos años no ha habido buenas temporadas seteras, sobre todo, por la escasez de lluvias en agosto y las excesivas olas de calor. Aun así, él es de los que reserva días de vacaciones para salir al monte y hacer excursiones a otras provincias, como la vecina Teruel, donde le gusta frecuentar zonas cercanas a Albarracín, donde encuentra zonas con altitud suficiente donde hallar su seta preferida, la Edulis. 

Si bien este amante de la naturaleza admite que no le hace falta salir de su Cuenca natal, pues en la provincia hay un sinfín de comarcas donde encontrar estos tesoros naturales, desde la Serranía Baja en municipios como Landete o Cañete, a otras zonas de la Sierra Alta conquense. “Cuenca es un auténtico paraíso natural para las setas”, sentencia Mario, que combina su afición micológica con la gastronómica.

“Esa es mi segunda pasión, soy un cocinillas, como aquel que dice, y en temporada de setas me gusta preparar platos como unas gachas manchegas con setas, las típicas patatas con níscalos o mi plato estrella, que preparo cuando encuentro Boletus Eduis con foie, una salsa con nata y Pedro Ximénez y después le rompes dos o tres huevos, ¡y no te voy a contar cómo está!”. ¡Todo un manjar! Estamos convencidos. ¡Buen provecho!
 
 

 

4 Valoraciones