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Lun, 20/02/2023
Hay barrios que tienen identidad propia y este es el caso del que acoge a la Oficina 1013 de Cuenca, la Urbana 6 de la capital conquense.
Hablamos de la barriada del ‘Obispo Laplana’, conocida popularmente como ‘Las Quinientas’. El 16 de noviembre de 1960, es decir, va camino de los 63 años, se entregaron las llaves de estas casas con las que Cuenca trató de paliar el problema de vivienda que aquejaba en aquel momento a medio país.
Cerca del Paseo de San Antonio, en unos terrenos conocidos como la ‘Huerta de Manolete’, se erigió este barrio obrero: 500 casas, con su iglesia, su colegio, su campo de deportes, su bar y sus comercios de todo tipo, concentrados en la Avenida de Reyes Católicos.
En esta avenida principal encontramos la Oficina 1013 de Globalcaja, renovada hace unos meses, para el agrado de su clientela.
“Me gusta que la gente se sienta como en su casa”, dice sonriente Esther Torralba Alcañiz, que lleva al frente de esta oficina más de una década, 12 años para ser exactos. Le acompañan en la atención al público otro veterano en la entidad, Luis Ignacio Martínez Torrero, y Raquel Flores Moya, si bien ésta última comparte su jornada entre las Urbanas 4 y 6 de Cuenca.
Los tres son conquenses, conocen bien el terreno que pisan. “Porque Cuenca, es Cuenca”, dice con humor Esther.
A ella la conocen bien en el barrio, pues su familia es vecina del mismo. Nos habla de un barrio obrero y humilde, un barrio que es como un pueblo, donde convive el vecindario de toda la vida, por tanto, un alto porcentaje de población de edad avanzada, con jóvenes que llegan atraídos por la posibilidad de comprar una casa adosada, en planta baja y con patio, a un precio más económico que si se tratase de un dúplex en una zona de nueva construcción.
De hecho, la zona de expansión de la capital conquense, donde se vivió el boom del ladrillo, está muy cerca de este barrio, por tanto, la Urbana 6 también recibe algo de clientela procedente de ese nuevo barrio. “Cuando vino la crisis del ladrillo, se fueron yendo todos, cerró el BBVA, cerró el Santander…, ha cerrado todo el mundo, hasta Liberbank se ha ido, después de 30 años”, relata Esther.
Así, a caballo entre un barrio de toda la vida y la nueva zona de expansión, sucede el día a día de la Urbana 6, donde están acostumbrados a trabajar con clientes de todo perfil.
PAC, gestión de ahorros, hipotecas...
“En nuestra oficina tenemos de todo tipo de clientes, -nos cuenta su directora-, empezando porque pese a ser una Urbana tramitamos más de 70 expedientes de la PAC de vecinos que tienen terrenos de cultivo por aquí cerca, pasando por muchos pensionistas y particulares con nómina, y luego los jóvenes que llegan con su hipoteca”.
La atención a personas mayores consume buena parte del horario de atención al público de la oficina. “Los clientes más jóvenes que trabajan están acostumbrados a hacer sus trámites online y los vemos una vez al año, cuando están de vacaciones”, describe gráficamente Esther, pero la población mayor sigue acudiendo a la oficina. Si bien es cierto que poco a poco van adquiriendo hábitos digitales, “¡ya tenemos abueletes que han aprendido a hacer Bizum!”, dice admirada la directora, también lo es que “por encima de los 80 años les cuesta mucho aprender”.
Pese a la gran dedicación que exige este colectivo, la directora de la Urbana 6 reafirma la necesidad de su atención. “Las personas mayores tienen con nosotros una relación de confianza, entran a la Oficina como si fuera su casa y aunque en algún momento podamos pensar que nos requieren mucho esfuerzo, es importante dar esa atención de cercanía, porque al final tiene sus frutos”, relata Esther, que a modo de ejemplo cita alguno de los últimos clientes que han captado gracias al buen trato.
“Con el cierre de Liberbank, hemos ganado algún que otro cliente que se han venido con nosotros porque antes pasaron a la Oficina a hacer algún trámite sin ser clientes nuestros, gente que había venido a pagar la cuota de la comunidad de vecinos, aunque no tenía relación con nosotros, o que se acuerda de que cuando el Covid fuimos los únicos que seguimos abiertos al público y los atendíamos, pues al final, eso funciona y por el boca a boca, nos llegan clientes, sin tener que salir a buscarlos, como un vecino que al cerrar Liberbank nos ha traído 300.000 euros que tenía en fondos de inversión”.
Labor didáctica
La Urbana 6 es una oficina donde pesa, ante todo, el pasivo. En los últimos tiempos han realizado una labor didáctica importante, “porque aquí la gente mayor estaba acostumbrada al plazo fijo de toda la vida y, con la remuneración tan parada como estaba, poco a poco los hemos ido dirigiendo hacia los fondos de inversión, hemos tenido que luchar mucho para darles algo de rentabilidad”, dice Esther, que por su tono de voz parece no perder nunca el ánimo.
Y con ese ánimo atiende a sus clientes, “aquí somos Esther y Luis, y cuando está Raquel igual, ese es el trato familiar que nos dan los clientes, que nos consultan todo, desde el día que les cargan el seguro, hasta cuando se les bloquea Ruralvía”.
“Creo que esa es nuestra esencia y que no debemos perderla, aquí seguimos mirando a los clientes a los ojos y no son un número para nosotros”, sentencia Esther.
3 Valoraciones
Mar, 21/02/2023
y ahora que os la han dejado tan chula, más todavía.
Los mejores!!
Lun, 20/02/2023
La mejor Oficina de Globalcaja.