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Mié, 17/01/2024
Dos abrumadores datos bastan para perfilar la importancia de la mina de Almadén: un tercio del mercurio que ha utilizado la humanidad se ha extraído de este yacimiento, que ha estado en explotación de forma continuada durante dos milenios.
Una historia de 2.000 años que en el año 2003 se truncó: las minas más antiguas del mundo cesaban su actividad. Lo que antaño fue fuente de riqueza y trabajo, hoy se ha transformado en un recurso turístico reconocido en 2011 como Patrimonio de la Humanidad.
El impacto en la economía local del cese de la explotación minera es indudable y su efecto en la pérdida de población también: Almadén tiene hoy unos 5.000 habitantes, cuando en los años 60-70 superaba los 13.000
Margen para crecer
Este contexto económico, aun siendo complicado, no desanima al director de la Oficina de Globalcaja en Almadén, Jaime Ruiz Ramírez. “Siempre digo que mientras haya entidades financieras de la competencia, es que hay margen para crecer y ganar clientes nuevos y en Almadén, actualmente, hay presencia de cinco competidores”.
Jaime sabe muy bien el terreno que pisa. No en vano, nació en Almadén y conoce bien su pueblo y su devenir económico. Ese ‘monocultivo’ económico que tuvo Almadén con la mina, lo ha llevado a una decadencia con su cierre, “no tenemos actividades empresariales e industriales fuertes, solo algunas empresas de servicios y de construcción, y el turismo, que sí, podría ser fuente de riqueza, porque tenemos recursos, la visita a las minas, nuestra plaza de toros de forma hexagonal… pero no termina de arrancar”.
Cambio de percepción
Globalcaja ha estado presente en Almadén “desde siempre”, dice Jaime, que lleva al frente de la dirección de esta oficina 14 años, “venía de Banesto y entré directamente para asumir esta dirección”. En este tiempo, cree que ha habido un cambio notable en la actividad propia de la sucursal y, por tanto, en la percepción que se tiene de la misma.
“Hemos dejado de ser la Caja de la gente del campo, para ser la Caja de todos los vecinos de Almadén y eso nos ha permitido crecer en cuota de mercado en estos años”, cuenta Jaime, que se precia de que la cartera de clientes de la oficina no solo está formada por vecinos de Almadén, sino también de localidades de la comarca.
Una oficina, además, que luce el nuevo modelo de Globalcaja, evidenciando una clara apuesta de la entidad por esta localidad que día a día lucha por sobrevivir a ese pasado minero y encarar un nuevo futuro.
Junto al director, la Oficina de Almadén está atendida por Juan Manuel Rey Molina, un veterano de la entidad, especialista en clientes agro. El negocio agro tiene su peso en la oficina, con algo más de un centenar de expedientes de la PAC, buena parte de ellos vinculados a la ganadería, que en Almadén tiene más importancia que la agricultura. “Estos clientes, que tienen ganadería, generan negocio a lo largo de todo el año, por las inversiones que tienen que hacer”, relata Jaime, que no deja escapar la oportunidad de captar cualquier operación a su alcance.
“Aunque no sea fácil, hay gente que apuesta por Almadén y se queda aquí a vivir, compra su casa y necesita su hipoteca o hacer cualquier tipo de inversión, también está la captación de pasivo, no porque en Almadén haya pensiones grandes, porque los mineros no podían trabajar toda la jornada en la mina, por seguridad, y solían tener un segundo trabajo, por el que habitualmente no cotizaban, por tanto, aquí las pensiones no son grandes. Pero sí que hubo profesionales que recibieron importantes indemnizaciones con el cierre de la mina y el pasivo grande de Almadén procede de ahí”.
De nuevo, la mina, ese pasado de Almadén que, aún hoy, sigue muy presente. Y que bien merece una visita, “a quien no conozca la mina de Almadén, sin duda, le aconsejo que venga a vernos, bajar a las galerías y conocer cómo se explotaban, es asombroso”.
6 Valoraciones
Inspiración
Vie, 19/01/2024
Es inspirador ver que, a pesar de la dificultad, tenéis toda la actitud y fortaleza de seguir creciendo en Almadén y la comarca. PD: ¡Bonita oficina!